Es bien sabido que el desayuno es la comida más importante del día. No solo nos da la energía para enfrentarnos al día sino que además nos ayuda a mantener nuestra concentración. ¿Sabías que las personas que desayunan de manera equilibrada tienen menos tendencia al sobrepeso?

A pesar de todas estas bondades, todavía es habitual que desayunemos aquello que encontremos en la cocina o que acabemos comprandonos un take way de camino al trabajo. Te proponemos replantear tus rutinas y diseñar un desayuno completo y nutritivo en tan solo cinco minutos y siguiendo todas las recomendaciones de los nutricionistas.

• Elige un lácteo. Puede ser leche, un yogur o un poco de queso. Elige siempre que puedas productos desnatados y no te preocupes si eres intolerante a la lactosa. Existen productos sin lactosa que puedes incluir en tu desayuno como las leches vegetales. Estas aportan grasas mono y poliinsaturadas, que beneficiarán tu salud cardiovascular.

• Añádele una porción de cereales. Pero no de cualquier cereal. Huye de los cereales azucarados y empaquetados. Suelen contener una alta cantidad de azúcar que puede ser perjudicial para tu cuerpo. En su lugar utiliza cereales como la quinoa, la cebada o la avena. Puedes encontrarlos en un herbolario o en tu supermercado habitual. Los cereales añaden a tu desayuno los hidratos de carbono y la fibra que tu cuerpo necesita.

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• Una pieza de fruta. Contribuye a elevar la ingesta de fibra y también proporciona diferentes vitaminas. Nuestro mejor consejo es que solo consumas frutas de temporada. Puedes consultar un calendario de frutas de temporada para saber qué fruta comprar. Si te aburre consumir fruta, prueba a prepararla de diferentes maneras; en zumo, en compota, fría o incluso al horno.

• Unos frutos secos. Añade a tu bol de desayuno un puñado de frutos secos tales como almendras, cacahuetes, avellanas o nueces. Te ayudarán a mantener a raya tus niveles de colesterol a la vez que proporcionarán energía a tu cerebro. Eso sí, consume solo frutos secos sin tostar y sin salar, sino estarás dando a tu cuerpo un aporte extra de sal y aceite que no necesita.

Por último dedícate cinco minutos para poder disfrutar de tu desayuno. Es un buen momento para pararse a pensar en el día que te espera y en cómo vas a organizar todas las tareas que tienes por delante. Ahora tienes toda la energía para enfrentarte a ellas.