Lo hemos escuchado en multitud de ocasiones. Los frutos secos tienen grandes propiedades nutritivas y son beneficiosos para nuestra salud. Los nutricionistas recomiendan consumirlos como parte de un desayuno nutritivo o durante el día. Eso sí, en pequeñas dosis y siempre crudos y sin sal.

Si sigues pensando que los frutos secos están prohibidos en una dieta de adelgazamiento, no dejes de leer este artículo. Según un estudio realizado por The Journal of Nutrition, el consumo de frutos secos no favorece la obesidad sino más bien lo contrario. El poder saciante que poseen, resulta en respuestas compensatorias en nuestra dieta que representan el 65-75% de la energía que proporcionan. Es por ello que se recomienda incluir el consumo moderado de frutos secos durante las dietas de adelgazamiento.

Cacahuetes

Los cacahuetes o manises son los frutos secos que contienen más cantidad de vitamina B3. Son ricos en proteínas, potasio y zinc y son ácidos grasos monoinsaturados en un 75% de su composición. Este componente ayuda a tratar enfermedades como el colesterol alto y nos protege de infartos de miocardio.

Por si fuera poco los cacahuetes son uno de los alimentos preferidos por tu cerebro. Lo protegen con mimo, reduciendo el riesgo de ictus. Recuerdan que aportan mucha cantidad de energía por lo que su consumo está recomendado para las primeras horas del día.

Anacardos

Parecidos a los cacahuetes en forma pero muy diferentes en sabor y textura. Tienen una alta concentración de minerales como el potasio, fósforo, magnesio y zinc y se recomiendan en las dietas de los deportistas. Cien gramos de anacardos nos proporcionan el 35% de la Cantidad Diaria Recomendada (CDR) de ácido fólico. El ácido fólico es muy importante antes y durante el momento de gestación de un bebé, puesto que reduce las posibilidades de que el feto sufra algunas enfermedades.

Los anacardos picados pueden ser un añadido nutritivo para tus cremas o ensaladas. También puedes saltearlos con unas espinacas y un poco de ajo picado.

Almendras

Todo son beneficios cuando hablamos de incluir almendras en nuestra dieta. Numerosos estudios relacionan su consumo con una buena salud cardiovascular, así como con la prevención de la osteoporosis y la diabetes. Su consumo regular y moderado, se asocia una menor incidencia de sobrepeso. Por último el Colegio Americano de Nutrición señala que su consumo regular previene y mejora la diabetes tipo 2 porque regula la sensibilidad de los pacientes a la insulina, necesaria para tratar esta enfermedad.

Los frutos secos deben ser consumidos, por lo general, en crudo, sin sal y con piel. De esta manera nos aseguramos de que conservan todas sus propiedades y nos aportan todos sus beneficios sin un extra de sal o aceite. ¡A disfrutar!