Detectar el Alzheimer ocho años antes de que sus síntomas aparezcan
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A través de un simple análisis de sangre. Así parecen haber descubierto los investigadores de la Universidad de Ruhr de Bochum en Alemania cómo detectar la aparición de la enfermedad del Alzheimer.
Los investigadores se dieron cuenta de que los pacientes de esta enfermedad tienen algo en común. Todos ellos presentan una acumulación de placas de beta amiloide en su cerebro. Estas comienzan a acumularse entre diez y veinte años antes de que los síntomas de la enfermedad del Alzheimer aparezcan.
Por ello, los investigadores se centraron en descubrir estos cambios que se dan lugar en la sangre de los enfermos. Tras realizar un estudio, consiguieron diagnosticar estos cambios en la sangre ocho años antes de que la enfermedad comenzara a ofrecer síntomas, consiguiendo acertar en el diagnóstico en un 86% de los casos.
El estudio, publicado por EMBO Molecular Medicine ha abierto una nueva puerta en el tratamiento de esta enfermedad. En la actualidad la enfermedad de Alzheimer es incurable. Es por ello que noticias como esta resultan muy interesantes. Este ensayo puede abrir nuevas vías en la detección temprana de la enfermedad. Además, en contraposición a otros estudios y pruebas ya existentes, el análisis de sangre se presenta como una solución barata y eficaz que además no resulta invasiva para el paciente.
Señales tempranas del Alzheimer
Hasta que este nuevo procedimiento esté disponible para el público general, debemos estar atentos a las señales que nuestro cuerpo nos proporciona. Según la Alzheimer’s Association, estas son las diez señales de advertencia del Alzheimer. Ante la presencia de cualquiera de ellas, debemos acudir cuanto antes a un médico.
Cambios en la memoria. Olvidar información recién aprendida, fechas o eventos importantes, dependencia de sistemas de ayuda.
Dificultad para resolver problemas. Resulta complicado trabajar con números, seguir una receta conocida o concentrarse.
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Desorientación. Olvidarse de fechas, estaciones y el paso del tiempo.
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Problemas en el uso de palabras, complicaciones para seguir o participar en una conversación.
Colocar objetos fuera de lugar y acusar a otras personas de ello.
Falta de buen juicio y de aseo personal.
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