Ocurrió alrededor de las ocho de la mañana del pasado domingo en Nevado Toluca, un parque nacional cercano a la Ciudad de Mexico que cada fin de semana es visitado por miles de personas. El grupo de secuestradores hizo que las dos furgonetas se detuvieran, al volante de una de ellas iban las actrices Esmeralda Ugalde y Vanessa Arias, junto al actor de telenovelas Alejandro Sandí (Sr. Avila, en HBO Latinoamérica y La Rosa de Guadalupe). En la otra, un grupo de turistas franceses. 

Ambas actrices se quedaron perplejas cuando unos hombres armados se llevaron al actor y al empresario francés Frédéric Michel, al que, según publicó la prensa francesa, debieron confundir con otra persona, ya que el principal objetivo del secuestro era Sandí. También les robaron todas sus pertenencias y la camioneta de Arias.

Fueron las mujeres quienes denunciaron a las autoridades el secuestro y esa misma noche subieron un vídeo donde, consternadas, compartían lo ocurrido. 

En tanto, las redes hervían de indignados comentarios de personajes del mundo del espectáculo hartos de la falta de seguridad del país y el aumento de los robos en domicilios de famosos y  los secuestros, que en solo el último año rozan los 1.700, según la organización Alto al Secuestro. 

Como el de la también actriz de telenovelas Irán Castillo, a la que sus captores esperaron a la salida del teatro y mantuvieron retenida durante cuatro días, o el del futbolista Alan Pulido, quien consiguió desarmarlos y escapar. E igualmente los asaltos en los domicilios de personalidades como el productor Juan Osorio o el del hijo de Susana Zabaleta, víctima de un robo violento.

No obstante, en el caso de Sandí y Michel, los agentes pudieron negociar su rescate para el día siguiente, aunque fuentes de Reforma informaron de que los secuestradores, que no parecen formar parte de ninguna banda de crimen organizado, recibieron unos 30.000 pesos (1.500 dólares) por liberarlos.

Hay quien como el presentador de televisión Adal Ramones, que también fue secuestrado, señala lo emocionalmente duro de estas vivencias, de las que si llegas a salir indemne, “la policía comienza a meterte la duda si son familia o trabajadores tuyos”, o bien pueden ser las autoridades quienes estén compinchadas con los delincuentes. Y quien como el productor Emmanuel Duprez no duda lo más mínimo en expresar sus duda respecto al “extraño” de secuestro de Sandí, tanto por lo escaso del rescate como porque se lo llevasen a él:

“¿Por qué los asaltantes se quedarían con el único hombre abordo y, honestamente, el menos famoso?”, dijo.

Más allá de toda especulación, en el país ocurre un secuestro cada cinco horas y no solo golpea a personas acaudaladas o conocidas. Aunque sean estos casos mediáticos los que nos obliguen a echar cuenta a un contexto social y político cada vez más difícil, y real... No una telenovela.