Isha Gutierrez-Sumner nació y creció en una comunidad garífuna de San Juan Tela, en la costa caribeña de Honduras. Los garífunas son un pueblo afrodescendiente e indígena que originalmente vivía en la isla caribeña de San Vicente y que ha sido perseguido en toda Centroamérica.

Aunque Gutiérrez-Sumner emigró a Estados Unidos a los 15 años, la base de su cultura garífuna sigue siendo fundamental para su identidad y compartirla ha sido una parte importante de su vida.

Como bailarina profesional garífuna, Isha ha participado en numerosas compañías de ballet garífuna en Nueva York y ha actuado en el Lincoln Center y en la Universidad de Harvard, entre otros. 

Su segunda pasión, la cocina, la llevó a dedicar gran parte de los últimos 5 años a documentar la cocina garifuna en un nuevo libro:  Weiga, Let's Eat, que se publicará en 2022.

Desde su actual hogar en Nueva York, espera expandir la lucha de los garífunas y proteger su legado cultural mediante la recopilación de recetas autóctonas en lo que será el primer libro de cocina garífuna de la historia.

 Viajando a Honduras con su equipo, Isha pudo fotografiar y documentar la profundidad y amplitud de su pueblo para presentar al mundo el distintivo sabor caribeño de las comidas garífunas que ella disfrutó de niña.

Cuando Isha cocina, a menudo se deja llevar por los recuerdos de su abuela, que le enseñó a preparar la yuca, una de las "4 grandes" componentes de la cocina garífuna: "coco, yuca, comunidad y continuidad". 

 El libro de cocina incluye una lista de opulentos guisos y sopas de marisco con leche de coco fresca, tubérculos, frutas, tortillas de coco, panes de plátano y calabaza, por nombrar sólo algunos. Platos que apenas están al alcance de los amantes de la cocina, a no ser que se tenga algún tipo de relación directa con una persona garífuna.

Al registrar los platos tradicionales, Gutiérrez-Sumner espera popularizar y preservar la comida y la cultura garífuna para la diáspora en general. "El trabajo que estamos haciendo no es sólo para el momento actual", explicó a  Atlas Osbcura, una web de gastronomía y viajes. "Lo hacemos para nuestros bebés, para que cuando oigan historias sobre sus abuelas haciendo pan de coco, también lo prueben. Queremos dar continuidad a nuestra cultura a través del sabor".

Desde que emigró a Estados Unidos en 1985, Gutiérrez-Sumner ha mantenido viva su conexión con su hogar a través del activismo en la comunidad garífuna de Nueva York. El año pasado, Gutiérrez-Sumner dirigió los esfuerzos para recoger los datos del censo garífuna de 2020. También dirige Weiga, una empresa de catering garífuna que es contratada por el gobierno de la ciudad para eventos de divulgación como los ayuntamientos garífunas.