Cuando parece que el mundo se ha detenido por la pandemia global del coronavirus y los conciertos y lanzamientos se han pospuesto indefinidamente, el colombiano J.Balvin ni abandona a sus fans ni pierde la oportunidad de regalar al mundo su música. Su último disco, Colores, se lanzó al mercado coincidiendo con el inicio de la emergencia sanitaria y, desde entonces, ha abierto las puertas de su casa en Medellín (Colombia) para invitar a sus seguidores ha escuchen sus mejores temas a través de Instagram Live, e incluso ha organizado ¡sesiones de meditación!

“Esto es lo que tenemos, así que lo voy a jugar”, le dice J.Balvin a Rolling Stone desde su confinamiento colombiano. 

Con su fiesta de lanzamiento, sus giras y las entrevistas canceladas, este maestro zen del reggaetón no para de hacer vídeos para Instagram y ha logrado lo que ningún otro, meter a sus fans en casa como si fueran miembros de su familia. 

En su lujosa mansión de Medellín apenas caben más ojos. Entran y salen “virtualmente” más de 37 millones de seguidores y también algunos amigos, como Cardi B, con quien se arrancó a cantar algunos fragmentos de La Camisa Negra de otro colombiano, Juanes. 

“He aprendido que tienes que conectar contigo mismo”, cuenta.

“Medito dos veces al día. No puedo negar que a veces me siento frustrado… Pero luego estoy agradecido de tener un lugar donde dormir, comida para comer, gente con quien hablar. Estoy sano. Así que empiezo a estar agradecido. Cuando empiezas a estar agradecido por cada pequeño detalle, entonces ves lo bendecido que eres”, añade Balvin, que también da algunos consejos para mantenerse en forma, física y emocionalmente: 

“Haz ejercicio. También puedes hacer flexiones de brazos en tu casa, sólo tienes que caminar por la habitación. No necesitas un gimnasio. Pero tu cuerpo y tu mente tienen que estar conectados”.

Si su anterior disco, Vibras, se hizo global pero perdió parte de su esencia latinoamericana, con Colores J. Balvin ha puesto todo toda la carne en el asador para llevar al mundo los ritmos de Medellín con canciones como "Azul" y "Gris". 

También con "Arcoíris", un tema en el que mezcla el afrobeats y el reggaetón donde descubre sus raíces africanas.

“Estoy muy orgulloso de ser latino, pero además de eso, tenemos que llevar el Latino Gang a otro nivel. Con suerte, algún día la gente lo aceptará. Hacemos música para el mundo”, afirma el cantante de 34 años. 

La prueba es uno de los más sorprendentes y duros vídeos que se grabaron para el álbum, "Rojo".

Hay veces que ves la vida negra y otras en que te centras en sus matices y colores. “Quiero que la gente piense realmente en lo que es la vida”, dice J.Balvin. Un arcoíris tras la tormenta. 

O en plena pandemia.