Los profesionales de la pequeña pantalla están conmocionados por el fallecimiento del productor cubano-americano Silvio Horta, cuyo cuerpo fue encontrado la mañana del martes en un hotel de Miami con un herida de bala “aparentemente autoinfligida”, según reportó el departamento de Policía de Miami-Dade. 

“La evidencia preliminar sugiere que es un posible suicidio”, informó a la prensa el detective Christopher Thomas, del citado departamento.

Aunque todavía habrá que esperar que los exámenes forenses arrojen más luz sobre los hechos, la familia de Horta declaró mediante un comunicado que “Silvio tenía una lucha continua con la adicción y la depresión, pero más allá de ello, siempre encontró la manera de convertir su lucha en risa. Era un hombre amable y hermoso”.

Tenía 45 años y una exitosa carrera en la televisión a sus espaldas. Sobre todo por su adaptación de la tragicomedia colombiana “Yo Soy Betty La Fea” (“Ugly Betty”), protagonizada por América Ferrera y ganadora de un Globo de Oro.

Cubano-americano de primera generación nacido en Miami, Silvio Horta creció viendo telenovelas en español.

“Teníamos un televisor en casa y mi mamá veía telenovelas todas las noches”, recordaba el difunto en una entrevista concedida en 2006 a NYT.

“No teníamos más opción, Todos mis amigos, inmigrantes de primera generación, se burlaban y luego se volvían completamente adictos”.

Tres años después de graduarse en cine y televisión en la Universidad de Nueva York,  se estrenó “Urban Legend”, película para la que Horta había escrito el guión y que tenía como protagonista al actor Jared Leto. Más tarde, también escribiría el guión de la serie de ciencia ficción “The Chronicle” y crearía “Jake 2.0”, protagonizada por Christopher Gorham.

Pero el gran éxito le llegó con “Ugly Betty”, producida por Salma Hayek, que se emitió de 2006 a 2010 y dio la vuelta al mundo. 

“Su talento y creatividad me trajo a mí y a muchos otros tanta alegría y luz…”, publicó la actriz America Ferrera en su cuenta de Instagram poco después de conocerse su muerte. 

"Pienso en su familia y en sus seres queridos, que deben estar sufriendo mucho en este momento, y en toda la familia de ‘Ugly Betty’, que siente esta pérdida tan profundamente".

Según un estudio realizado por el Departamento de Salud tomando en referencia a la población de California, aunque el índice de suicidio ha crecido en todo el país un 30% en los últimos años, es mucho menor entre la comunidad hispana. 

“En California, el porcentaje de suicidios en blancos fue de un 19% en 2016 en comparación al 5,5% de la población hispana”, reportaba NBC.

Los expertos atribuyen la relativamente baja tasa de suicidio entre los latinos a los lazos familiares y comunitarios de la propia cultura, muy a pesar de que este colectivo se enfrenta a numerosos obstáculos sociales: 

Su sueldo suele ser menor que el de los americanos blancos no hispanos y muchos de ellos carecen de seguro médico - un 16,1% versus el 6,3% de no hispanos no tienen cobertura médica-, lo que dificulta su acceso a tratamientos de salud mental. 

Asimismo, se enfrentan algunos de ellos a la difícil situación migratoria y a un pasado de pobreza y violencia en sus países de origen. 

Para Luis Garcia, vicepresidente de Pacific Clinics, la práctica de “colectivismo” y la construcción de una potente red de relaciones entre la comunidad proporciona una red de seguridad, aunque estos bajos índices van en aumento entre los adolescentes, que parecen ser la población más vulnerable -el 8% de los estudiantes hispanos que cursaban la secundaria intentaron suicidarse en 2017-. 

De activistas y profesionales médicos, la falta de servicios de salud mental que tomen en cuenta las particularidades de la cultura latina y el estigma generalizado puede ser una de las causas. Más prevención, aseguran, es necesaria.