Un coleccionista de Marilyn Monroe ha afirmado que Kim Kardashian realizó "daños permanentes" al icónico vestido que Monroe llevó para dar una serenata a John F. Kennedy en su 45º cumpleaños, poco antes de la muerte del actor.

La cuenta “Marilyn Monroe Collection” compartió en su cuenta de Instagram una foto del antes y el después del vestido que Kim Kardashian lució en la Gala del Met el mes pasado, en la que se ve que al traje le faltan cristales y que otros cuelgan de un hilo. 

En las fotografías tomadas la semana pasada por Scott Fortner, un coleccionista que trabaja para autentificar y verificar los recuerdos de Monroe, parecían mostrar la tela estirada y abrochada y la falta de cristales en la parte trasera del vestido.

El post cita al propietario del vestido, Ripley's Believe It Or Not, que en su momento afirmó que "se tuvo mucho cuidado para preservar esta pieza de la historia de la cultura pop. Con la aportación de conservadores de prendas, tasadores y archiveros, el estado de la prenda era la máxima prioridad... no se hizo ninguna alteración en el vestido y Kim incluso se puso una réplica después de la alfombra roja".

Durante una prueba más de un mes antes de la gala, Kardashian se dio cuenta de que su suposición de que el vestido le quedaría bien era optimista. "Cuando no me quedó bien quise llorar porque no se puede modificar en absoluto", dijo.

Entonces emprendió un régimen de adelgazamiento extremo para intentar meterse en el vestido, que implicaba una dieta centrada en las verduras, mucho tiempo en la cinta de correr y el uso de un traje de sauna dos veces al día. "Fue todo un reto", dijo. "Era como un papel, estaba decidida a encajar en él".

El programa de Kardashian se topó con las críticas de los profesionales de la salud, mientras que su aparentemente insaciable deseo de llevar el vestido de una mujer muerta también cayó mal.