Siendo Filadelfia la más pobre de las 10 ciudades más grandes de Estados Unidos, donde el 26% de los ciudadanos viven por debajo del nivel federal de pobreza; el Children's Scholarship Fund Philadelphia (CSFP) lleva más de 20 años comprometido con las necesidades de aquellas familias y estudiantes que desean una educación de calidad. 

El CSFP es un programa de financiación privada cuyo objetivo es proporcionar ayuda financiera a los estudiantes de familias con pocos recursos de la Ciudad del Amor Fraterno para que puedan acceder a escuelas de alta calidad. Todas las becas concedidas se basan en las necesidades y se otorgan por sorteo.  

El 28 de septiembre, el CSFP anunció la apertura de su temporada de solicitudes 2023-2024 y varios cambios nuevos en el programa de becas. También aprovecharon la oportunidad para lanzar una nueva iniciativa: la Campaña Rompiendo Barreras. Se trata de un esfuerzo de recaudación de fondos de 100 millones de dólares nunca antes visto por la CSFP, cuyo objetivo es aumentar el número de estudiantes atendidos de 5.400 en 2022 a 7.700 en 2027.  

Los nuevos cambios anunciados para el próximo año, beneficiarán a muchas familias de Filadelfia. Keisha Jordan, Presidenta y CEO de CSFP, dijo que:\ 

• Se creó una beca mínima y ningún estudiante recibirá menos de 1.200 dólares al año; 
• Se eliminó el límite de becas de cuatro años y ahora el CSFP podrá apoyar a los estudiantes hasta el 8º grado; 
• Más familias podrán calificar debido a un mayor requisito de ingresos máximos. Lea más sobre la elegibilidad de las familias aquí;

Todas las becas del CSFP son parciales, ya que las familias tienen que contribuir económicamente a la matrícula. Se ofrecen con tres tarifas fijas: 1.200 dólares, 2.400 dólares y 3.200 dólares, dependiendo de los ingresos anuales de la familia y de su tamaño. Después del primer año de la beca, las familias deben presentar información de renovación, como prueba de ingresos y confirmación de la matrícula.  

Según Jordan, el 73% de las familias que reciben la beca no podrían seguir pagando las escuelas sin el CSFP, y nueve de cada diez familias afirmaron que les aliviaría la carga financiera. 

Teniendo en cuenta la enorme población latina del área de Filadelfia, el CSFP atiende a muchas familias hispanohablantes. Según datos internos del CSFP, recogidos de las respuestas de las familias, al menos el 16% de las familias atendidas el año pasado autodeclararon que se hablaba español en el hogar. En la encuesta del año escolar 2021-2022, el 14% de las familias reportaron "hispano/latino" como su raza/etnia.

"Estamos muy contentos de tener un cuerpo estudiantil diverso dentro de CSFP de más del 80% de nuestras familias son estudiantes de color, y estamos felices de apoyar a todas las escuelas a las que van", dijo Jordan. 

CSFP trabaja con diligencia para garantizar que se atienden las necesidades de esta comunidad. Sus materiales de promoción, como el sitio web y los folletos, están disponibles en español y tienen un miembro del personal designado que trabaja estrechamente con la comunidad latina.

La importancia de la beca para la comunidad latina

Asan Hernández nació en Florida, pero fue criada por su familia mexicana. Lleva un año trabajando en el CSFP y, gracias a su origen hispano, Hernández puede conectar con las familias hispanohablantes a las que ayuda el programa. Destacó lo importante que es en la cultura latina recibir una educación adecuada, y que los padres están dispuestos a hacer cualquier cosa para que sus hijos tengan éxito.  

"No importa cuánto cueste la escuela, las familias hispanohablantes van a enviar a sus hijos a esas escuelas [instituciones de alta calidad]", dijo Hernández. "Es una inversión para ellos". 

Al Día News habló con María Reyes, la madre de cuatro (de cinco) hijos que han recibido la beca del CSFP. Su hijo mayor, que actualmente cursa el noveno grado, tuvo la beca hasta que se graduó del octavo grado en junio pasado. 

Reyes se enteró de la existencia de la beca cuando su hijo estaba en 2º curso. Desde entonces, siguió solicitándola hasta su graduación. Sus otros tres hijos siguen recibiendo la beca hasta hoy. 

Cuando los padres de Reyes llegaron a Estados Unidos desde Puerto Rico, ninguno de ellos había pasado del 8º grado. Con el poco dinero que tenían, pudieron enviarla a la escuela y a la universidad. Ahora, Reyes quiere lo mismo para sus hijos, convirtiéndolos en la segunda generación de estudiantes universitarios de la familia. Reyes y sus padres comparten los mismos sueños educativos: ver a sus hijos triunfar.  

"La educación es una de las mejores inversiones que los padres pueden hacer en sus hijos y para su comunidad", dijo. 

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