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Trabajadores en una línea de producción
Trabajadores en una línea de producción. Foto generada por Llama, IA de Meta.

En el día del trabajo: ¿funcionará una jornada laboral de 32 horas a la semana?

La idea de reducir la jornada laboral se ha convertido en recurrente. ¿Es positivo para los trabajadores, las empresas y las econonomías?

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El Día del Trabajo se celebra en Estados Unidos como forma de reconocer el papel de los trabajadores. Uno de los temas más importantes es la duración de la jornada laboral.

El mundo ha avanzado mucho en reducir la jornada laboral a sus justas proporciones. A finales del siglo XIX, la Revolución Industrial creó grandes problemas: la jornada laboral llegaba a durar 18 horas diarias y afectaba no solo a los hombres, sino también a las mujeres y los niños.

La lucha por unas mejores condiciones laborales llevó al reconocimiento de la jornada laboral de 8 horas. Hoy es una de las instituciones más importantes del mercado laboral.

Pero no parece que vaya a durar mucho más. La idea de una mejor forma de vida ha llevado a muchos a preguntarse cómo liberar tiempo del trabajo para dedicarlo a otras actividades que generen bienestar a las personas.

Todo empezó con la idea de una semana laboral de 40 horas y ahora algunos ya están en un experimento para reducirla a apenas 32 horas semanales.

Alemania es el último país en probar esta opción con un proyecto específico en 45 empresas. El objetivo es aumentar la productividad principalmente reduciendo la jornada laboral mientras se mantienen o aumentan los niveles de producción.

Colombia inició este año un proceso para pasar de 48 horas semanales a 42 horas. Y así ha ocurrido en muchos países.

Es el sueño de cualquier economista que ve en la productividad la principal vía para alcanzar el desarrollo y la prosperidad.

Hoy en día, las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial, están estableciendo mayores niveles de productividad al lograr la intensificación del trabajo, es decir, alcanzar mayores niveles de producción en el mismo tiempo o incluso menos.

Pero no se trata de una conclusión simple. Por un lado, preocupa mucho que el despliegue de la inteligencia artificial pueda provocar pérdidas masivas de puestos de trabajo.

De otra parte, se considera que no será fácil a corto plazo alcanzar la productividad que todos creen que aportará la IA.

Según un análisis de dos expertos del Banco de la Reserva Federal de San Luis, esta nueva tecnología necesita una difusión masiva antes de alcanzar su punto álgido.

De hecho, los expertos Aakash Kalyani, Marie Hogan concluyeron que no todas las empresas tienen la capacidad de implementar soluciones de IA. "La falta de uso generalizado puede continuar durante algún tiempo: Cuando se les preguntó (a los empresarios) si esperaban utilizar la IA en un plazo de seis meses, menos del 7% de las mismas empresas respondieron afirmativamente. Si la historia sirve de guía, las ganancias de productividad de la IA podrían tardar mucho tiempo en hacerse realidad».

Desde esta perspectiva, lograr una jornada laboral más corta debería ser considerado cuidadosamente, para evitar malos impactos en la productividad de las empresas y, derivado de esto, un problema para los trabajadores.

En el Día del Trabajo, considerar la jornada laboral de 8 horas puede mostrarnos lo lejos que estamos de conseguir mejores condiciones para los trabajadores.