Francis Ford Coppola no tiene términos medios. Solo así se puede explicar que sea uno de los directores más exitosos en la historia del séptimo arte.

Eso quedó claro con El Padrino, que se cuenta sufrió enormes problemas en su realización, incluyendo una pelea a muerte con el productor de la película, Robert Evans, que le hizo la vida imposible.

Luego se vino con Apocalypse Now, una historia sobre la guerra y que relataba al estilo de Joseph Conrad en El corazón de las tinieblas, un recorrido mortal de degeneración y pérdida de valores. Según relató The New York Times, el director hipotecó todas sus propiedades para ponerle US$30 millones a su producción que terminó siendo otro hit en la historia del cine. Luego vinieron otras megaproducciones como Drácula que mostraron que Coppola tenía mucho tino para el arte, pero también para el dinero: todas sus producciones han terminado siendo grandes éxitos de taquilla.

Ahora el director estadounidense sorprende a la audiencia con una mega producción autofinanciada con la que venía soñando hace 40 años y que le costó US$120 millones.

Megalopolis está protagonizada por Adam Driver y cuenta con las participaciones estelares de Giancarlo Esposito, Nathalie Emmanuel, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Jon Voight, Jason Schwartzman, Talia Shire, Grace VanderWaal, Laurence Fishburne, Kathryn Hunter y Dustin Hoffman.

Según la reseña del sitio web del film, se trata de “una epopeya romana ambientada en una imaginada América moderna. La ciudad de Nueva Roma debe cambiar, lo que provoca un conflicto entre César Catilina, un artista genial que pretende dar el salto a un futuro utópico e idealista, y su oponente, el alcalde Franklyn Cicero, que sigue comprometido con un statu quo regresivo, perpetuando la codicia, los intereses particulares y la guerra partidista. En medio de ambos se encuentra Julia Cicero, la hija del alcalde, cuyo amor por César ha dividido sus lealtades, obligándola a descubrir lo que realmente cree que merece la humanidad”.

Según la reseña de Manohla Dargis en The New York Times, “los tontos son mejor compañía en ‘Megalópolis’ que la mayoría de los tipos rectos, aunque con su comedia demasiado humana no siempre se les distingue. Empiezan a precipitarse tras el estremecedor primer episodio, que muestra a Catilina vestido de negro oscuro y trepando inseguro por una ventana en la cima del edificio Chrysler. No tarda en ponerse de pie, con un pie firmemente plantado y el otro temblorosamente elevado sobre el borde. Grita "Time Stop" y todo -las nubes arriba, los coches abajo- se congela, para reiniciarse cuando él lo ordena. Parece un coloso, aunque también recuerda al payaso de los primeros tiempos del cine Harold Lloyd colgado sobre otro abismo en "¡Safety Last!". (un título que podría funcionar para esta audaz película)”.

La invitación es a ver este “faraónico” film. Coppola nunca ha defraudado hasta el momento. Por eso hay que darle una nueva oportunidad.