A lo largo de nuestra vida tomamos tantas pastillas que a veces, para no olvidarnos, decidimos tomarlas todas juntas a una misma hora. Puede que con este gesto nos estemos asegurando de que no nos olvidamos de tomar nuestros medicamentos, sin embargo, sí que podríamos estar cambiando su eficacia.

Según nuestra dolencia, deberemos tomar los medicamentos a primera o a última hora del día. Es el caso de aquellos que se utilizan para tratar algunas de las enfermedades más comunes. Tanto si sufres de hipertensión, como de diabetes o de asma, deberías cuidar el momento en el que tomas la medicación para tratarte. Ingerirlos unas horas antes o unas horas después podría suponer un importante cambio en su efectividad.

Medicamentos para la tensión

Los medicamentos para la tensión tratan de rebajar el nivel de presión arterial para de este modo reducir el riesgo de sufrir un infarto. El uso correcto de estos medicamentos puede suponer un cambio muy importante en la salud del paciente, ya que se considera que la hipertensión es uno de los factores de riesgo clave del infarto de corazón.

El riesgo de sufrir un infarto es mayor durante las primeras horas del día. Por tanto, si estás tomando medicación para disminuir este riesgo, deberías tomarla a última hora de la noche. De esta manera, por la mañana todavía estarás protegido por sus efectos.

Medicamentos para la diabetes

La diabetes es una enfermedad muy común entre la población latina. Nuestro cuerpo regula los niveles de glucosa apoyándose en el trabajo de regulación que realiza el hipotálamo.  Para conseguirlo, el hipotálamo se fija en los cambios de luz, por lo que lo ideal es realizar el pinchazo de insulina por la mañana.

Inhaladores para asmáticos

Cuando un asmático tiene una crisis, sus vías respiratorias se estrechan dificultando que pueda respirar de manera correcta. Durante las noches, los bronquios de tanto asmáticos como no asmáticos se estrechan ligeramente. En el caso de los enfermos de asma, los bronquios llegan a estrecharse un poco más, llegando a un pico entre las 3 y las 4 de la madrugada. Es por ello que los expertos recomiendan medicarse justo antes de dormir, aunque puede ser posible que la eficacia del medicamento no aguante durante toda la noche y el paciente tenga que volver a medicarse a medianoche.