El pasado 22 de julio, el Departamento de Salud de Puerto Rico (PRDOH) emitió una orden administrativa que requiere vacunas en instituciones educativas en persona.

La orden administrativa declara que los estudiantes de 12 años en adelante, resto del personal, que deseen asistir a la escuela, post-escolar, instituciones educativas y universidades deben ser vacunados contra la COVID-19.

Los funcionarios de salud esperan que el nuevo requisito ayude a controlar la propagación del virus y contribuya a la progresión de los esfuerzos de inmunidad colectiva. Se requerirá evidencia de vacunación para todos los que estén sujetos a la orden.

Aquellos que ahora deben adherirse a la orden incluyen personal docente y no docente en escuelas públicas y privadas, instituciones educativas y universidades. También incluye a los contratistas que entran en contacto con el personal de la escuela.

Ciertas exenciones médicas y religiosas son las únicas excepciones a la orden administrativa.

En el caso de esas excepciones, se incluyen personas inmunodeprimidas, personas alérgicas a la vacuna y otras con condiciones que prohíben la recepción. Las condiciones deben ser confirmadas por un médico autorizado para ejercer la medicina en Puerto Rico.

Las excepciones religiosas son válidas si un estudiante adulto o las prácticas religiosas de los padres o tutores del estudiante prohíben la vacunación. Deben proporcionarse declaraciones juradas firmadas por ministros religiosos que den fe de la exención.

La orden administrativa del departamento de salud se emitió cuando los casos de la variante Delta de COVID-19 se dispararon en áreas de la isla.

La variante Delta del coronavirus continúa afectando a los grupos vacunados y no vacunados en todo el mundo, probablemente influyendo en la decisión del PRDOH

No mucho después de que se emitió la orden, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, actualizó los mandatos para que los trabajadores y contratistas federales en los Estados Unidos estén obligados bien a vacunarse o a utilizar mascarilla y someterse a tests semanales, pero sin requerir obligatoriedad de vacunas para ningún grupo.