El desayuno ha sido tradicionalmente una de las ingestas de comida que más comentarios y evaluaciones ha recibido por parte de los nutricionistas y expertos en la materia. Hay opiniones de todo tipo, desde los que abogan por el ayuno como comportamiento saludable a los que creen firmemente que el desayuno es la comida más importante del día.

Con el fin de aportar datos científicos a este eterno debate, el investigador Javier González desarrolló un estudio en la Universidad de Bath (Reino Unido), posteriormente publicado en la revista Journal of Physiology, con el fin de analizar las consecuencias que para el cuerpo podría tener el saltarse el desayuno.

Para realizar este estudio, se pidió la participación de un total de 49 adultos. Los individuos fueron clasificados en diferentes grupos teniendo en cuenta su índice de masa corporal (IMC). Durante las seis semanas que duró el estudio, algunos participantes ayunaron hasta mediodía mientras que otros consumieron alrededor de 350 kilocalorías en un plazo de dos horas tras levantarse.

Los resultados

Una vez finalizadas las seis semanas de estudio, se examinó el estado de salud de los participantes, su apetito y las posibles variaciones en la distribución de su grasa corporal. El resultado fue sorprendente. Para las personas delgadas, dejar de desayunar durante ese periodo de tiempo había generado la activación de la actividad metabólica, algo que había llevado a una pérdida de grasa. Sin embargo, esta reacción no se observó en las personas obesas.

Por supuesto, se debe tomar en cuenta que los desayunos incluídos en este estudio contenían una alta carga de carbohidratos, por lo que las conclusiones obtenidas no deben ser extrapoladas a otros tipos de desayunos.

La mayoría de expertos aconsejan llevar una dieta equilibrada, en la que se incluye un desayuno saludable que debe incluir un lácteo, fruta y cereales sin azúcar.