La National Football League ha perdido a un pionero de la liga, ya que Art McNally falleció el domingo 1 de enero a la edad de 97 años, según anunció el Salón de la Fama del Fútbol Profesional.

Según su hijo, McNally falleció por causas naturales en un hospital de Newtown, Pensilvania. 

McNally fue durante mucho tiempo entrenador de fútbol americano y, posteriormente, árbitro, y creó el primer programa formal de estudio de películas para la formación de árbitros y, lo que quizá sea más notable en toda la liga, introdujo la repetición instantánea en la National Football League en 1986.  

Su legado le valió el apodo de "Padre del arbitraje moderno", así como la distinción de ser el primer árbitro de la historia en entrar en el Salón de la Fama del Fútbol Profesional. 

"Ver las décadas de servicio de Art reconocidas con su consagración como parte de la Clase de 2022 fue un momento especial para el Salón", dijo el presidente del Salón de la Fama, Jim Porter, en un comunicado.  

Nacido en 1925, McNally era natural de Filadelfia, creció en North Philly y jugó al fútbol en el Roman Catholic High School. Su primer contacto con el arbitraje tuvo lugar cuando estaba destinado en Japón como marine estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.

Tras su paso por los Marines, regresó a Filadelfia y se licenció en la Universidad de Temple. Tras obtener su título, McNally se convirtió en profesor y entrenador en el Central High School. 

El camino de McNally hacia la NFL comenzó en 1959, cuando fue presentado como juez de campo. Al año siguiente, se convirtió en árbitro. Trabajó como árbitro de la NFL durante nueve años antes de convertirse en supervisor de árbitros de la liga en 1968.

En este puesto, desarrolló las normas para la búsqueda, selección, contratación y clasificación de los equipos arbitrales que en gran medida se siguen utilizando hoy en día. Desempeñó un papel decisivo en el desarrollo de la repetición instantánea, una función que se utiliza habitualmente en casi todos los partidos de la NFL para revisar las decisiones cuestionables.

McNally se retiró del cargo en 1991 y poco después aceptó un puesto como supervisor de árbitros en la Liga Mundial de Fútbol Americano.

Regresó a la liga en 1995 como supervisor adjunto de oficiales hasta 2007. McNally seguiría participando en otras funciones hasta su jubilación oficial en 2015. 

"Art McNally fue un hombre extraordinario, el epítome de la integridad y la clase", dijo el comisionado de la NFL Roger Goodell en un comunicado el lunes. "A lo largo de su distinguida carrera como oficiante, se ganó el respeto eterno de toda la comunidad del fútbol americano".

En 2002, la NFL creó el "Premio Art McNally", que se entrega anualmente para honrar a un oficial de juego de la NFL que "exhibe una profesionalidad ejemplar, liderazgo y compromiso con la deportividad dentro y fuera del campo." 

Una década más tarde, McNally recibió el premio Ralph Hay Pioneer, que se concede en reconocimiento a "importantes contribuciones innovadoras al fútbol profesional", algo que sin duda hizo.

El centro de mando de arbitraje de la sede de la NFL lleva el nombre de "Art McNally GameDay Central", en honor a sus contribuciones a la liga. 

Menos de cinco meses antes de su muerte, McNally fue consagrado en el Salón de la Fama del Pro Football, antes de ser el primer árbitro en recibir tal honor en esta liga en particular.  

Según el Salón de la Fama del Pro Football, McNally ofició más de 3.000 partidos de fútbol americano, béisbol y baloncesto durante un periodo de 22 años. 

"Era una persona del Salón de la Fama en todos los sentidos", dijo el comisionado Goodell. 

Durante su discurso en el Salón de la Fama, McNally dio consejos sobre cómo actuó a lo largo de su carrera como árbitro.

"Haz tu trabajo. Con suerte, nadie sabrá que estás aquí. Haz las decisiones como es debido, como debe ser, con una gran dosis de sentido común", dijo. 

Tras la muerte del ex jugador de la NFL Charley Trippi en octubre de 2022, McNally era el miembro vivo de más edad del Salón de la Fama del Fútbol Profesional.

A McNally le sobreviven su esposa, Sharon, sus tres hijos Marybeth, Tom y Michael, y sus nietos.

Se informa de que los preparativos del funeral aún están pendientes.