Hace varias décadas que Europa no se sentía tan cerca de una guerra como en este momento. La tensión entre la OTAN, en cabeza de Estados Unidos, y Rusia, por las respectivas posiciones de sus fuerzas y recursos militares, teniendo a la frontera con Ucrania como el posible escenario de guerra, han llevado a los equipos diplomáticos de ambos países a trabajar horas extras para evitar una confrontación armada entre las dos súper potencias. 

Durante la reunión de este viernes, 21 de enero de 2022, en Ginebra, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, se esforzaron por disminuir el nivel de confrontación, acordando continuar con el camino de la diplomacia y entendiendo “las posturas de cada uno”, como señaló Blinken en rueda de prensa. 

“Aceleré, autoricé y respaldo plenamente las transferencias de equipo defensivo que los Aliados están proporcionando a Ucrania para fortalecer su capacidad de defenderse contra la agresión irresponsable y no provocada de Rusia”, declaró el secretario de Estado en su cuenta de Twitter varias horas después de la reunión, lo que demuestra que este conflicto de naciones está lejos de resolverse.

Durante la rueda de prensa, Rusia señaló que la agenda que llevaron consigo a la reunión de Ginebra incluía una discusión detallada de dos borradores de documentos “fundamentales” entregados el pasado 15 de diciembre a la administración Biden: el Tratado entre la Federación de Rusia y EE.UU. sobre las garantías de la seguridad y el Acuerdo sobre las Medidas para garantizar la Seguridad de la Federación de Rusia y los Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.

Lavrov también le dijo a la prensa que Estados Unidos había acordado responder por escrito a las demandas entregadas por el Kremlin en la reunión, las cuales principalmente solicitan que la OTAN no permita que, ni Ucrania ni las antiguas naciones soviéticas, se unan a la organización.

Sobre la situación actual en Ucrania, así como Estados Unidos señala a Rusia de ser el causante de los hechos de tensión en la región, el gobierno de Vladimir Putin los acusa de querer generar un choque bélico, sospecha alimentada especialmente por el incremento en los recursos y fuerzas disponibles, así como en la disposición, cada vez más amenazante, de los recursos de la OTAN muy cerca de sus fronteras. Todo esto alimentado, según Moscú, por una “campaña mediática antirrusa” que le han pedido a occidente cesar en búsqueda de un diálogo productivo y realista. 

Hacen un llamado para “dejar de contribuir a la militarización de Ucrania arrastrándola a la OTAN y, en vez de eso, dirigir los esfuerzos para impulsar a Kiev a cumplir los Acuerdos de Minsk y otros compromisos internacionales”.

Lea aquí el comunicado completo de las autoridades rusas.

Desde Ucrania siguen con expectativa la próxima respuesta por escrito de Washington, especialmente luego de que esta semana se generara polémica con las declaraciones del presidente Biden en la que se mostraba permisivo con una “incursión menor”, a lo que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, respondió que no habían incursiones menores ni naciones pequeñas. 

Asimismo, en Kiev se mostraron preocupados con la propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron, que busca negociar con Rusia una propuesta desde la Unión Europea, ya que la consideran divisoria en un momento en que deben buscar unidad.