Los demócratas de Pensilvania tienen la oportunidad de retomar el control de la Cámara Estatal en Harrisburg por primera vez en más de una década si las tres elecciones especiales previstas para el martes 7 de febrero -todas en distritos del condado de Allegheny controlados por demócratas registrados- se desarrollan según lo planeado. 

La Cámara de Representantes del Estado de Pensilvania no ha podido funcionar durante el último mes y espera que las elecciones especiales pongan fin al estancamiento que ha paralizado las operaciones, devolviendo a los demócratas la exigua mayoría obtenida tras las elecciones de noviembre de 2022. 

Los votos por correo y en ausencia deben devolverse antes del 7 de febrero, antes de que las urnas cierren a las 20.00 horas de esa misma noche.

"Hemos estado contactando activamente con esos votantes, alertándoles del hecho de que hay elecciones y pidiéndoles que voten a nuestros candidatos demócratas. Creo que están haciendo campaña activamente", dijo Sam Hens-Greco, presidente del Comité Demócrata del condado de Allegheny, a Action News 4 de Pittsburgh.

"Se trata de unas elecciones de gran envergadura, y es bastante inusual que se concentren en un solo condado. El condado de Allegheny desempeñó un papel fundamental para que los demócratas consiguieran el equilibrio de poder en las elecciones de noviembre", añadió Hens-Greco.

Los republicanos querrán llegar a los votantes antes del martes para que lo sepan. 

Sam DeMarco, presidente del Comité Republicano del condado de Allegheny, dijo que la concienciación es la cuestión principal de cara al martes. 

"Es necesario que los partidos y los voluntarios que trabajan en nombre de los candidatos salgan a la calle y conciencien a la gente de que hay elecciones y traten de llevarles a las urnas", dijo.

"Los republicanos tienen una batalla cuesta arriba, pero es algo para lo que estamos preparados, y estamos dispuestos a luchar y deseando que llegue el próximo martes", añadió. 

Los votantes de los distritos legislativos 32º, 34º y 35º votarán por las tres vacantes dejadas por la muerte de Tony DeLuca, la elección de Summer Lee al Congreso y la elección de Austin Davis como vicegobernador de AP, respectivamente. 

En el 32º distrito, la carrera está entre el demócrata Joe McAndrew y el republicano Clay Walker, mientras que en el 34º distrito, se reduce a la demócrata Abigail Salisbury y el republicano Robert Pagane. El demócrata Matthew R. Gergely y el republicano Don Nevills completan las elecciones especiales en el distrito 35. 

El 32º cubre el noreste de Pittsburgh, mientras que el 34º abarca partes de Pittsburgh, así como North Braddock, Wilkinsburg y Wilkins Township, y el 35º, McKeesport y parte de West Mifflin.

Si los demócratas vuelven a ganar esos distritos el martes, como ya hicieron en noviembre, tendrán una mayoría de un escaño en la cámara baja, con 102 demócratas y 101 republicanos. 

Los demócratas tampoco han decidido aún quién ocupará la presidencia de la Cámara y sigue habiendo dudas sobre lo que podrá hacer una cámara dividida. 

El representante estatal Mark Rozzi, demócrata del condado de Berks y actual presidente de la Cámara, ha indicado recientemente que no quiere dimitir. 

El otro nombre en liza es el de la diputada Joanna McClinton, que sería la primera mujer negra en ser presidenta de la Cámara de Representantes de Pensilvania.

Rozzi habló con Associated Press el 31 de enero sobre la posible candidatura de McClinton. 

"En primer lugar, sé contar votos", dijo Rozzi. "Así que, ya sabes, al final del día todavía tiene que conseguir los votos para convertirse en Presidenta de la Cámara".

Sus responsabilidades incluyen moderar el debate en el hemiciclo, convocar las votaciones de los proyectos de ley y nombrar a los presidentes de los comités de la cámara. 

McClinton ha sido la líder demócrata de la Cámara de Representantes de Pensilvania, e inicialmente era una de las favoritas para el puesto de presidenta en noviembre. 

Incluso con todo el apoyo demócrata, al no conseguir ningún apoyo republicano significativo, a McClinton le faltaban los votos necesarios para convertirse en presidente de la cámara al inicio de la sesión legislativa.

Si los demócratas ganan las tres elecciones del martes, como se espera, seguirá siendo incierto si McClinton consigue el puesto. 

Para que se produzca un cambio de presidente, Rozzi tendría que dimitir, o una mayoría de la Cámara estatal podría votar para destituirle y sustituirle. McClinton, pase lo que pase, necesitará el voto favorable de sus 102 miembros. 

Si algún miembro se opusiera, como podría ser Rozzi, McClinton necesitaría el apoyo del GOP.