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En el 2008 escribí un libro sobre el “Mundo Post-Americano” emergente el cual trataba, me di cuenta desde el comienzo, no sobre el declive de Estados Unidos sino sobre el levantamiento del resto. En medio del campanilismo, la ineptitud y desorden puro de la presidencia de Trump, el mundo Post-Americano está llegando a buen término mucho más rápido de lo que jamás imaginé.
En el 2008 escribí un libro sobre el “Mundo Post-Americano” emergente el cual trataba, me di cuenta desde el comienzo, no sobre el declive de Estados Unidos sino sobre el levantamiento del resto. En medio del campanilismo, la ineptitud y desorden puro de…

[OP-ED]: Surge un mundo Post-Americano en medio del caos de Trump

La semana pasada conocí en Londres a un hombre nigeriano quien expresó brevemente la reacción de la mayor parte del mundo frente a Estados Unidos estos días. …

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Conocí en Dublín a una joven mujer irlandesa, ex alumna de Columbia University, que fundó una empresa social y ha vivido en Nueva York durante nueve años. Ella expresó un sentimiento aún más triste. “He llegado a la conclusión de que, como europea, tengo valores muy diferentes a los de Estados Unidos en la actualidad” dijo. “Me he dado cuenta que debo volver a Europa, a algún lugar de Europa, para vivir y formar una familia”. 

El mundo ha atravesado brotes de antiamericanismo en el pasado. Sin embargo, este parece muy diferente. En primer lugar, está la conmoción absoluta frente a lo que está sucediendo, la candidatura bizarra de Donald Trump, la cual ha sido acompañada por una presidencia totalmente caótica. El caos se encuentra en un punto tan culminante, que Karl Rove, republicano incondicional, describió esta semana al presidente como “vengativo, impulsivo y con poca visión de futuro”. Además describió la deshonra pública de Jeff Sessions, fiscal general, como “injusta, sin justificación, impropia y estúpida”. Kenneth Starr, quien una vez fue gran inquisidor de Bill Clinton, fue más allá y denominó al reciente trato de Trump hacia Sessions como “uno de los cursos de conducta presidenciales más escandalosos y profundamente desacertados de los cuales he sido testigo en cinco décadas en y alrededor de la capital de la nación”.

No obstante, hay otro aspecto para el declive de la reputación de Estados Unidos. De acuerdo a un estudio reciente de 37 países realizado por el Centro de Investigaciones Pew, las personas alrededor del mundo cada vez están más de acuerdo en no necesitar a Estados Unidos. La presidencia de Trump ha causado a Estados Unidos algo peor que solo ser temido o ridiculizado. Se está convirtiendo en irrelevante.

El hallazgo más fascinante del estudio llevado a cabo por Pew no consiste en que Trump sea totalmente impopular (el 22 por ciento deposita su confianza en él, en comparación con un 64 por ciento que depositaba su confianza en Barack Obama al final de su presidencia). Eso era de esperarse, pero ahora hay alternativas. En cuanto a la cuestión sobre la confianza en varios líderes de hacer lo correcto respecto a los asuntos mundiales, Xi Jinping de China y Vladimir Putin de Rusia obtuvieron resultados apenas superiores al de Trump. Sin embargo, la canciller de Alemania Angela Merkel obtuvo casi el doble de apoyo que Trump. (Incluso en Estados Unidos, más entrevistados expresaron su confianza hacia Merkel que hacia Trump). Esto dice mucho sobre Trump, aunque también dice mucho acerca de la reputación de Merkel y cuán lejos Alemania ha llegado desde 1945.

Trump ha logrado algo que el miedo de Putin no ha podido. Ha unificado a Europa. Al enfrentar a los desafíos de Trump, al Brexit y al populismo, sucedió algo curioso en el continente. Ha aumentado el apoyo a Europa entre sus residentes y planes para una mayor integración europea están en marcha. Si la administración Trump procede como ha prometido e inicia medidas proteccionistas contra Europa, la resolución del continente solo se fortalecerá. Bajo el liderazgo combinado de Merkel y del nuevo presidente de Francia Emmanuel Macron, Europa adoptará una agenda global más activista. Su economía se ha recuperado y en este momento está creciendo tan rápido como la de Estados Unidos.

En cuanto al norte de Estados Unidos, el ministro de relaciones exteriores de Canadá habló recientemente, de manera amistosa y moderada y señaló que Estados Unidos claramente ha indicado que no está más dispuesto a lidiar con las cargas del liderazgo mundial. Por lo tanto, deja el camino a países como Canadá para que defiendan un sistema internacional basado en normas, el libre comercio y los derechos humanas. Por otra parte, en el sur, Méjico ha abandonado todo plan para la cooperación con la administración Trump. La tasa de aprobación de Trump en Méjico es del 5 por ciento, la menor en el mundo. 

El liderazgo de China comenzó a tomar ventaja de la retórica y política exterior de Trump desde el comienzo, y anunció que estaba contento de jugar el rol de promotor principal del comercio e inversión alrededor del mundo, llegando a acuerdos con países de América Latina hasta África y Asia Central. De acuerdo al estudio realizado por Pew, siete de 10 países europeos creen actualmente que China es la potencia económica líder del mundo, no Estados Unidos.

Lo más desalentador de los hallazgos de Pew es que la caída respecto a Estados Unidos va mucho más allá de Trump. El sesenta y cuatro por ciento de las personas entrevistadas expresaron una opinión favorable de Estados Unidos al final de la presidencia de Obama. Esta ha caído a un 49 por ciento en el presente. Incluso cuando la política exterior estadounidense era impopular, las personas de todo el mundo todavía creían en Estados Unidos, en el lugar, en la idea. Esto es menos cierto hoy en día. 

En el 2008 escribí un libro sobre el “Mundo Post-Americano” emergente el cual trataba, me di cuenta desde el comienzo, no sobre el declive de Estados Unidos sino sobre el levantamiento del resto. En medio del campanilismo, la ineptitud y desorden puro de la presidencia de Trump, el mundo Post-Americano está llegando a buen término mucho más rápido de lo que jamás imaginé.