El especialista en inversiones Carlos Armando García recuerda que durante su infancia en El Paso había un tema en concreto que nunca se abordaba en las cenas familiares. Sus padres le infundieron el valor de trabajar duro, le enseñaron cómo ganarse el pan para poder costearse los gastos del día a día, pero la necesidad de llevar una planificación financiera para el futuro nunca se la mencionaron.  

“La verdad es que nunca hablábamos del largo plazo”, comenta García.

Después de graduarse en el MIT, García empezó a trabajar para la conocida empresa de servicios financieros Merrill Lynch. Entonces no había oído a hablar nunca de conceptos como el plan 401(k). De hecho, nunca contrató ningún plan de este tipo para él mismo hasta que cumplió tres años en la empresa y un amigo le comentó que él tenía un plan por valor de 25.000 dólares.

“Estas experiencias no solo me ocurren a mí”, explica García. “Le ocurren cada día a mucha gente, así que quise cambiar la situación. Quería que fuera más fácil y simple para todo el mundo poder ahorrar para la jubilación”.

Esta es una de las razones que impulsaron a García a fundar Finhabits, un asesor financiero digital que ayuda a los usuarios a desarrollar el hábito de ahorrar de cara a poder cubrir sus necesidades futuras.

“Podría ser la jubilación, o un objetivo más a medio plazo, como un viaje, una vivienda o un auto”, comenta García. “Les facilitamos todo este proceso, y de paso, les ayudamos a desarrollar el hábito de ahorrar”.

Finhabits es la tercera empresa creada por García con la ayuda de Fundsprise, una plataforma que ayuda a simplificar inversiones,  y el fondo de inversión Madison QuantLabs. Dirigida por García, un amante de la innovación, Finhabits tiene como objetivo ayudar a cerrar la brecha que separa a las minorías con el resto de la población estadounidenses en lo que se refiere a los ahorros para la jubilación.

Disponible en español e inglés, Finhabits está bien posicionada para dar servicio a la creciente comunidad hispana de EE.UU.

Como ya experimentó personalmente durante su infancia, el fundador de Finhabits está convencido de que la falta de conocimiento sobre el tema de los ahorros de jubilación es bastante común entre la cultura latina, una razón más para entender por qué hay menos  latinos inscritos en planes de jubilación como 401(k).  

Sin embargo, García ha llegado a la conclusión de que hay otros factores, más allá de los culturales, que explican la escasa participación de los latinos en planes financieros a largo plazo.

“La comunidad latina - o mejor dicho, los trabajadores latinos - tienden a trabajar en negocios más pequeños”, explica García. “Y hemos llegado a la conclusión de que cuanto más pequeño sea el negocio, más complicado es para el propietario de la empresa ofrecer beneficios de jubilación a sus empleados”.

El pasado diciembre, Finhabits publicó un estudio exhaustivo sobre las pequeñas empresas del país, que llevaba por nombre “En 2017, los trabajadores latinos de pequeñas empresas no ahorraron para su jubilación”. El estudio demuestra que, de media, solo el 30% de los empleados de pequeñas empresas está ahorrando para su jubilación.

El informe de Finhabits también llega a la conclusión de que los empleados de pequeñas empresas en estados con mayor concentración de hispanos -incluyendo Texas, Florida y Arizona - presentan el menor nivel de ahorros para su jubilación.

A más a más, las áreas metropolitanas con mayor concentración de población hispana tienen menos trabajadores con un plan de jubilación, según el informe.

Por ejemplo, en el área metropolitana de Laredo, Texas, con una población hispana del 96%, solo un 8% de los empleados de pequeñas empresas está ahorrando para su jubilación. En cambio, en la zona metropolitana de Minneapolis, Minnesota, donde solo el 6% de la población es hispana, el porcentaje de trabajadores de pequeñas empresas que sí está ahorrando para su jubilación asciende al 39%.

Según Finhabits, la solución para esta brecha que separa a latinos del resto en cuanto a  ahorros es “ofrecer a estos individuos con una alternativa a la forma convencional de abordar los planes de pensiones”.

Los usuarios de Finhabits determinan qué cantidad quieren aportar cada semana a su cuenta de ahorro, lo que les permite alcanzar sus objetivos financieros de la forma que mejor les convenga. Para García, la clave es crear productos innovadores, fáciles de usar, que beneficien al máximo a sus usuarios, y no a la empresa que presta el servicio.

García es consciente de que la economía americana está creciendo y, con ella, también lo hace la poblacion latina. Aunque Finhabits fue creada con el mercado hispano en mente, le gusta constatar que la empresa tiene cada día más clientes de otras culturas.

Para García, lo importante es que que Finhabits garantiza que los ciudadanos adinerados no sean los únicos que se beneficien del éxito de la economía americana, como ha ocurrido en el pasado.

“Los que forman parte de la clase trabajadora, o de la clase media, también deben beneficiarse”, dice García.