¿Para qué cambiar algo si funciona? Eso es lo que debieron pensar los dueños del Bar La Plata cuando vieron que la carta que habían diseñado para su apertura en el año 1945 seguía atrayendo a comensales a pesar de que los años pasaban.

El Bar La Plata es uno de los bares más auténticos de Barcelona. Chiquito pero con carácter. Cuenta con no más de seis mesas y un par de barriles externos que hacen las delicias de los amantes del tabaco incluso durante los meses más fríos. Tras la pequeña barra, Pepe Gómez sirve las mismas tapas desde que hace 47 años se uniera al negocio. Pero, a pesar de lo que pudiera parecer, viendo la cantidad de gente que hay en el bar, el menú es bastante reducido.

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Cuatro tapas y mucho éxito

Tan solo cuatro tapas se sirven en el Bar La Plata. Ensalada de tomate y cebolla con aceitunas, anchoas, fritura de pescaíto y butifarra. Eso sí, todo de excelente calidad. Los tomates son de temporada y la cebolla de Fuentes de Ebro, las anchoas son de la afamada Ribera de Santoña y la butifarra de una finca cercana a Barcelona. El pescaíto llega desde el sur y el pan de un par de calles más arriba. La combinación resulta deliciosa, sobre todo si además se baña con esos azulejos azul y blancos.

La tradición manda consumir un vermut de la casa pero también sirven vino tinto y blanco a granel. Eso si, en vasos chiquitos, sello de la casa. ¿Quién necesita más?

Bar La Plata

C/ Mercè, 28 08002 Barcelona